Son las 00:30, este no era nuestro primer viaje con el colegio, pero seguíamos sintiendo esos nervios y a su vez esa emoción como si lo fuera.
El colectivo partía a la 1:00, y no veíamos la hora de subirnos e irnos… se preguntaran porque? Se debía que teniamos grandes expectativas a este viaje, ya que no éramos el primer grupo que lo hacia, años pasado otros dos cursos lo hicieron, y nunca escuchamos decir a un alumno: “no, yo lo pase muy mal” o “estuvo aburrido”… En fin, cualquier viaje con nuestros compañeros es especial y siempre lleno de sorpresas.
Recordamos en 9º cuando viajamos a Mendoza, cantábamos, bailábamos y nos divertimos juntos, éramos un verdadero grupo… al año siguiente llego el momento en que el curso se separó, cada uno eligio una modalidad distinta. Pero no todo era recordar momentos vividos ya que pensábamos que en el viaje a Tucumán de 1º del poli lo íbamos vamos a volver a vivir. Pero ese año no hicimos ningún viaje, es más, hubo más peleas y discusiones que nunca.
Creemos que por esa razón era que queríamos y ansiábamos con tantas ganas irnos de viaje. El solo hecho que íbamos todos juntos ya nos emocionaba y no nos importaba el lugar, ni nada, solamente queríamos partir ya.
Todos los padres despidiéndose de sus hijos, guardaron las valijas no puede faltar las típicas recomendaciones y concejos que SIEMPRE nos dan.
Este viaje también servia para independizarnos un poco más. Sinceramente nosotros no íbamos con las expectativas de “estudiar”, si de conocer y no perdernos de ninguna actividad, excursiones etc. y no pasar por desapercibido hasta el más mínimo detalle.
El momento de partir llego, y el colectivo comenzó a moverse… nos ubicamos en el primer asiento de la parte de arriba, es nuestro favorito ya que se puede observar mejor el cielo y el paisaje. Nos sentamos unos minutos a pensar, luego a desearnos la mejor de las suertes, pero solo un ratito hasta que comenzamos a cantar y a saltar, y fue ahí cuando sabia que este viaje iba a ser inolvidable..
El colectivo partía a la 1:00, y no veíamos la hora de subirnos e irnos… se preguntaran porque? Se debía que teniamos grandes expectativas a este viaje, ya que no éramos el primer grupo que lo hacia, años pasado otros dos cursos lo hicieron, y nunca escuchamos decir a un alumno: “no, yo lo pase muy mal” o “estuvo aburrido”… En fin, cualquier viaje con nuestros compañeros es especial y siempre lleno de sorpresas.
Recordamos en 9º cuando viajamos a Mendoza, cantábamos, bailábamos y nos divertimos juntos, éramos un verdadero grupo… al año siguiente llego el momento en que el curso se separó, cada uno eligio una modalidad distinta. Pero no todo era recordar momentos vividos ya que pensábamos que en el viaje a Tucumán de 1º del poli lo íbamos vamos a volver a vivir. Pero ese año no hicimos ningún viaje, es más, hubo más peleas y discusiones que nunca.
Creemos que por esa razón era que queríamos y ansiábamos con tantas ganas irnos de viaje. El solo hecho que íbamos todos juntos ya nos emocionaba y no nos importaba el lugar, ni nada, solamente queríamos partir ya.
Todos los padres despidiéndose de sus hijos, guardaron las valijas no puede faltar las típicas recomendaciones y concejos que SIEMPRE nos dan.
Este viaje también servia para independizarnos un poco más. Sinceramente nosotros no íbamos con las expectativas de “estudiar”, si de conocer y no perdernos de ninguna actividad, excursiones etc. y no pasar por desapercibido hasta el más mínimo detalle.
El momento de partir llego, y el colectivo comenzó a moverse… nos ubicamos en el primer asiento de la parte de arriba, es nuestro favorito ya que se puede observar mejor el cielo y el paisaje. Nos sentamos unos minutos a pensar, luego a desearnos la mejor de las suertes, pero solo un ratito hasta que comenzamos a cantar y a saltar, y fue ahí cuando sabia que este viaje iba a ser inolvidable..
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